Blogia
das Mystische 2.1

CONGELACIÓN

CONGELACIÓN

Estoy fuera. Les mando esta postal para que no me olviden. Madrugué tanto el sábado pasado que aún no me he recuperado; son cosas que pasan. Tirado sobre el piso helado de la estación de El Casar veía pasar a la fauna nocturna en retirada. Ellas me enseñaban muslos como columnas de hielo. Ellos, bocas de bronce erosionadas por el garrafón y el tabaco. Yo leía a Greg Egan para no volverme loco:

"Cuando las personas dejaban de entender cómo funcionaban en realidad las máquinas que las rodeaban –escribía el australiano en su Instante Aleph-, el mundo que habitaban se disolvía en un paisaje onírico incomprensible".

Las máquinas estaban a un lado y a otro del pensamiento, como siempre, y había máquinas que habían quedado atrás y otras que estaban esperándome al final del camino. Más tarde, en la nave industrial, el frío se hizo tan intenso que creí morirme de risa; la congelación fue evidente a partir de las primeras cinco horas. Cuando los dedos de la mano derecha se negaron a obedecer órdenes, pensé que todo había terminado. Esto es lo que hacen los héroes, pensé, y no tu sucedáneo de supervivencia. En aquella nave, y en otras naves vecinas, se estaba escribiendo la historia. Los protagonistas de la misma no disfrutaban de blog propio, pero sabían chistes definitivos producto de la congelación y del odio.

2 comentarios

Enrique -

Bueno, no me des las gracias, el "recuerdo" estaba justificado. No debe resultar nada fácil abandonar todo esto, el mundo de las prótesis tecnológicas y esas cosas. Además, lo último que escribiste era lo suficientemente bueno (muy bueno, por cierto) como para que debas replantearte la huída. Al menos, si no publicas en la red, no dejes de escribir. Puedes mandarnos lo escrito a través del correo electrónico (otra prótesis tecnológica), leérnoslo a través del teléfono móvil, o dibujarlo en el cielo con tus alas de mariposa.

Te estaremos eternamente agradecidos.

Un abrazo.

pini -

pero no te vuelvas loco, porque la cosa se pone difìcil.
o lee etiquetas, como hago yo.
o nada.
gracias por tu recuerdo.
cerré, sí, pero no conozco la significación del tèrmino definitivo.
un abrazo.
p.d.: por cierto, a magda le debo algo más que un mail, pero es que se me ha pasado el tiempo alejada de la tecnología.